Si eres aficionado a los distintos tipos de cartas de Tarot, sabrás perfectamente que cada uno tiene su estilo y sin dudas su influencia en la manera en que los lees resulta muy diferente. En el caso de Wakan, se conecta directamente con la trivialidad de las culturas del norte de América de hace más de dos siglos. Las tribus y clanes aquí representados, sufrieron del salvaje avance del hombre blanco, empecinado en cortar sus lazos con la naturaleza, con la divinidad espiritual a la que estaban acostumbrados.

Para facilitar la lectura e interpretación, el mazo de Wakan cuenta con 78 cartas divididas de la manera clásica, Arcanos Menores y Arcanos Mayores. Los arcanos son como poderosos aliados sabios y revestidos de misterio que siempre tienen algo profundo e interesante para decirte. Los mayores se reúnen en 22 cartas especiales que representan las grandes lecciones y desafíos de la vida, como esos momentos épicos o giros inesperados que te hacen estremecer en una película o novela. Cada carta es como un personaje con su propia historia y enseñanza.

Por otro lado, están los arcanos menores, que son 56 cartas divididas en cuatro palos (en el Wakan Tarot hablamos de vasijas, flechas, varas y oros), y se parecen más a las situaciones cotidianas y detalles prácticos de la vida. Podrías verlo como ese conjunto de consejos que te da un amigo sobre cómo manejar las pequeñas cosas del día a día, desde lidiar con los sentimientos que tienes con un familiar o amigo, hasta tomar decisiones prácticas en algún problema que surja en tu profesión.

En decir, mientras que los arcanos mayores te hablan de los grandes temas y desafíos de la vida, los menores se centran en los detalles y situaciones diarias. Juntos, te ofrecen una guía completa para navegar por la vida con más sabiduría y comprensión.